A mi hijo le pega otro niño. ¿Qué hago?

niños s peleando en el parque

Normalmente solemos hablar de disciplina positiva, crianza respetuosa y de poner límites con el objetivo de dar una buena educación a nuestros hijos e hijas. Pero como siempre os decimos, estos métodos no son la panacea y en ocasiones no funcionan. No todos los papás y mamás creen en ellos, y del mismo modo tampoco sirven para todos los niños y niñas. Es nuestra filosofía educativa y así la ponemos en práctica en nuestra escuela infantil de metodología Montessori, además de recomendarla tanto en este blog como a través de las tutorías con nuestros clientes. Sin embargo, repetimos, a veces no sirve. Entonces, ¿qué hacer cuando esto sucede?

Algo de lo que no solemos hablar es del mundo de los niños. O más concretamente, de las reglas que imperan en ese mundo. Estamos tan centradas en darles la mejor educación posible, que a veces se nos olvida que, como personitas de su edad, tendrán que hacer frente a situaciones para las que no podremos estar a su lado. Y esto no es malo, porque tarde o temprano deberán cuidar de sí mismos y resolver conflictos sin que papá o mamá puedan intervenir. Pero que no podamos ayudarlos activamente no implica que debamos dejarlos de lado. Más bien, lo que debemos hacer es volver a familiarizarnos con esas reglas para poder aconsejarles y apoyarles cuando se produzcan situaciones de conflicto. Y un claro ejemplo de esto ocurre cuando otro niño pega a nuestro hijo.

¿Qué hacer cuando otro niño pega a nuestro hijo?

niños peleando en el parque

Siempre hemos dicho que la violencia no es la solución para resolver ningún tipo de situación, e incluso hemos publicado algunas entradas hablando de este tema en la educación de nuestros hijos e hijas. No obstante, sucederá que, a veces, otros padres y madres no han impartido esa crianza basada en el respeto, o bien sus niños, por el motivo que sea, deciden pegar a otros. En tal caso, siempre recomendamos que se intente hablar con los responsables del niño para que le enseñen que pegar está mal. Pero cuando esta vía está agotada y los comportamientos siguen repitiéndose, nuestro deber como papás y mamás discurre por una vía diferente.  

  • Pegar está mal, siempre que no sea en defensa propia. Insistimos. Primero debemos agotar la vía del diálogo, ya sea hablando con los profesores para que intervengan, o si tenemos la ocasión, directamente con los padres. Pero si esto no surte efecto, sobre todo cuando los niños ya van al colegio de mayores, donde las políticas de acoso escolar siguen siendo las mismas que hace veinte años, debemos enseñar a nuestros hijos a defenderse. No es lo mismo pegar para abusar de alguien, que hacerlo para que no te peguen a ti, para hacerte respetar. Y en el mundo de los niños, el respeto es tan importante como en el de los adultos. Un niño al que se respeta es un niño que podrá vivir sin miedo a ser agredido al día siguiente, porque el respeto equivale a seguridad en sí mismo. 
  • Pase lo que pase contarán con el apoyo de papá y mamá. ¿Cuáles pueden ser las consecuencias de que nuestro hijo se defienda? ¿Un castigo? ¿La expulsión del centro durante una semana? ¿El rechazo de sus profesores? Nada de eso importa. ¿Por qué? En primer lugar, porque cuando lleguen a casa no se enfrentarán al enfado de sus padres y madres, sino a su comprensión y apoyo; luego por ese lado pueden estar tranquilos. Y en segundo lugar, debemos enseñarles que las consecuencias no son tan grandes. Si son castigados, el castigo pasará. Si son expulsados, al cabo de una semana volverán. Y si sus profesores los miran de otro modo, podrán recuperar su confianza sacando buenas notas. Pero lo que nadie les podrá arrebatar es la seguridad y el respeto que se han ganado al no permitir que nadie abuse de ellos. 
  • No hay nada de malo en ellos. Esto es muy importante. No todos los niños y niñas aceptan de buen grado devolver el golpe. De hecho, algunos no querrán y ni siquiera lo entenderán, debido a la pureza de su carácter. E incluso puede que se culpen de que sus compañeros quieran agredirles. Pero debemos hacerles entender que, sea lo que sea lo que enfurece a esos niños para que lo canalicen a través de la agresividad, no tiene nada que ver con ellos. Puede deberse a falta de atención por parte de sus padres, inseguridades que ellos mismos tienen, o incluso estar pasando por una coyuntura que no saben cómo resolver. Y pegar a otros, en estos casos, suele ser su vía de escape. Ahora bien, este comportamiento jamás debe ser respaldado, ni tiene que ver nada con nuestros hijos. Por ende, así tenemos que comunicárselo para que no se sientan mal. 

Si tenéis alguna pregunta, no dudéis en contactar con nosotras a través del formulario de nuestra página web, vía llamada telefónica, o presencialmente en nuestro centro de educación infantil Mi Cole en Ruzafa, Valencia.

A mi hijo le pega otro niño. ¿Qué hago?
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