¿Cómo afrontar los efectos psicológicos de la Covid-19 en los niños?

niños circulo covid 19

Siendo educadoras de una escuela infantil de metodología Montessori, pero sobre todo, desde el punto de vista de madres, sabemos que todo este tiempo de confinamiento ha supuesto un duro impacto para la sociabilidad de nuestros niños y niñas. Lo normal a su edad es que se relacionen con otros pequeños y pequeñas; pero por el contrario, han pasado a vivir el día a día con sus padres y madres, desarrollándose en un entorno más adulto, que puede resultar perjudicial a la hora de volver a interactuar con personitas de su misma edad o readaptarse a las rutinas del cole. 

Aunque al principio nos parezca positivo haber pasado estos meses con nuestros hijos, aprovechando para conocerlos más —y de hecho lo es—, los niños pueden experimentar ciertos perjuicios en relación con la cuarentena. Salir de casa a diario, tener rutinas, aprender, jugar con sus compañeros, correr y saltar son necesidades básicas. En consecuencia, el aislamiento, la falta de juego libre y la carencia de ejercicio físico puede provocar más estrés, peleas entre hermanos e incluso incidir en el estado de ánimo de los pequeños, tanto en el hogar como cuando acudan a la guardería. 

¿Qué tipo de síntomas pueden experimentar nuestros hijos cuando estas necesidades no están cubiertas?

Rebeldía. Los niños y niñas que de por sí tienen mucho carácter pueden ver incrementada su rebeldía, teniendo más dificultades para seguir las instrucciones que les damos y una mayor tendencia a responder de malas formas. La mayoría de niños demostrarán los síntomas de la falta de estructura como aburrimiento, cambios de humor y más peleas con sus hermanos y compañeros, una vez hayan regresado a la escuela infantil. 

Alteraciones del sueño. Esto ocurre en los pequeños que son más sensibles, padeciendo pesadillas y terrores nocturnos, acudiendo a nuestra cama con más frecuencia de la habitual durante la noche, o simplemente mostrándose más llorosos. En algunos casos,es posible incluso que verbalicen preocupación y angustia acerca del virus.

Desorientación. La falta de rutinas es uno de los factores que más acusan, puesto que les permite saber qué va a ocurrir en cada momento y por lo tanto les ayuda a estar más tranquilos. Así, la ausencia de las mismas no hace más que aumentar la sensación de incertidumbre y desasosiego frente al desconocimiento respecto a la ropa que se van a tener que poner al día siguiente, cuál será su comida y cuándo se irán a dormir, consiguiendo que se sientan desorientados, como si todo su mundo se desmoronara.

Carencia de habilidades sociales. Tal y como hemos dicho, pasar tanto tiempo en un entorno adulto, protegidos por nosotros, puede ser malo para ellos de cara a establecer vínculos y conexiones con otros niños y niñas de su edad, a los que pueden llegar a ver como una amenaza si no saben relacionarse con ellos o entender que solo quieren jugar, desencadenando las clásicas riñas.

¿Qué podemos hacer como padres y madres?

niños moto covid

Marcar rutinas. Fijar un horario en papel es una buena idea para ayudarles a saber lo que tienen que hacer o lo que sucederá a corto, medio y largo plazo. Además, contribuirá a que se sientan más calmados y que el paso de una tarea a otra no les suponga tanto esfuerzo y confusión, al igual que establecer una hora de dormir. No obstante, aplicar cierto grado de flexibilidad en determinados momentos no estará de más.

Imponer disciplina positiva. Hacerse la cama cada mañana, recoger su cuarto, preparar el desayuno y mantener los juguetes ordenados son tareas sencillas y asequibles que les ayudarán a sentirse satisfechos y centrados. Puede que en algún momento se cansen y no quieran hacerlo, pero nunca debemos alzarles la voz ni enfadarnos con ellos, sino demostrarles que siguiendo las normas que les inculcamos se sentirán mucho mejor.

Aumentar la empatía. Sabemos que es difícil, y que habrá momentos en los que como papás y mamás estemos agotados y faltos de ideas, pero es importante que no canalicemos esa frustración en nuestros hijos. Para conseguirlo, hay que comprender lo que pueden hacer, el efecto que la inactividad tiene en ellos, y manejar estrategias para gestionar situaciones difíciles, siendo capaces de desconectar y tomarnos un respiro antes de perder los nervios. Si vemos que estamos saturados, turnarnos con nuestra pareja para estar con los peques puede ser una buena alternativa. 

Evitar ver las noticias con los niños. No es necesario que nuestros hijos e hijas sean conocedores de todo lo que está ocurriendo en el mundo, y mucho menos hacerles testigos de imágenes de abuelitos como los suyos sufriendo en hospitales; bastante tienen con no poder verlos y jugar con ellos. Todo el dolor que podamos ahorrarles mientras dure la pandemia será poco. Así las cosas, programar llamadas telefónicas con sus yayos, tíos, primos o incluso amiguitos les ayudará a que no pierdan el contacto con el mundo exterior. De hecho, que mantengan la relación con niños de su misma edad será positivo de cara a poder sociabilizar con normalidad cuando vayan a la escuela infantil.

Esperamos haberos ayudado con esta entrada. Si tenéis alguna duda, no dudéis en contactar con nosotras a través del formulario de nuestra página web, vía llamada telefónica, o incluso presencialmente en nuestro centro de educación infantil Mi Cole en Ruzafa, Valencia. 

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