Después de dos años cubriéndonos la mitad del rostro con una mascarilla a causa de la pandemia, y ahora que las restricciones en cuanto a ese detalle se han suprimido con el objetivo de regresar cuanto antes a la normalidad, es lógico que muchos niños y niñas se sientan inseguros al descubrir su cara, debido al miedo frente a un posible contagio de covid 19, o por un suceso traumático que hayan experimentado durante este tiempo.
Antes de seguir, es necesario que entendamos que este trastorno no está afectando solo a los más pequeños, sino también a los adultos, por lo que debemos tratarlo con la seriedad que merece. Somos muchos los que, después de tanto tiempo detrás de una máscara, nos sentimos desnudos e incluso desprotegidos, no solo ante los virus y gérmenes que se propagan por el aire, sino también por aquellos que nos pueden transmitir otras personas. Pero claro, resulta mucho más complejo de asimilar para un niño, al que estos cambios pillaron de nuevas, y ahora todo se le antoja extraño y confuso. En consecuencia, lo primero que tenemos que hacer, como sus padres y madres, es identificar cuáles son sus síntomas. Y desde nuestra escuela infantil de metodología Montessori, vamos a contribuir a que halléis la mejor manera de paliarlos o acompañarlos en ese miedo.
¿Cómo superar el síndrome de la cara vacía?
Aparte de los efectos que ya conocemos por su uso, como dificultades para visualizar la expresión de las emociones en los demás, adquisición tardía del lenguaje al no poder ver las bocas de sus profesoras, sarpullidos, dermatitis y afecciones bucodentales, se están detectando otro tipo de problemas que afectan a los más jóvenes al dejar de emplearla. Y es que esto conlleva mostrar su cara a otros niños y niñas, expresar las emociones que experimentan y sus rasgos faciales, lo cual implica miedo al rechazo, vergüenza e inseguridad. Así pues, aquí os dejamos algunos consejos de los que os podéis servir para tratar de manejar la situación.
- No trivializar sus miedos. Después de haberla empleado en numerosas ocasiones, podríamos decir que se trata de una de las medidas base frente a cualquier dificultad. Y en este caso, es fundamental que se sientan comprendidos y escuchados para que expresen lo que les preocupa. De este modo, podremos establecer un diálogo respecto a sus miedos y ayudarlos a combatirlos.
- No obligar a desprenderse de la mascarilla. Está claro que no podemos permitir que la lleven siempre, como tampoco deberíamos dejar que vayan al cole todos los días con una máscara de Hulk. Lo que sí podríamos hacer, por el contrario, es conseguir una exposición gradual, empezando por que se la quiten estando solos al aire libre, en casa con nosotros u otros familiares, o incluso en alguna reunión con amigos. Esto contribuirá a que el niño o niña se habitúe a estar nuevamente con la cara descubierta durante periodos cortos de tiempo, que iremos incrementando a medida que su seguridad y confianza aumenten.
- Buscar qué hay detrás. Puede que ese miedo que están experimentando se deba a una baja autoestima, que permanecía oculta bajo la mascarilla. En tal caso, debemos buscar la manera de fortalecerla, identificando qué es aquello que desata su verdadera inquietud.
- Explicar las ventajas de dejar la mascarilla. Es muy probable que hablarles del estado de la pandemia no sirva de nada, puesto que son demasiado pequeños como para entender algo tan complejo que ni nosotros mismos sabemos con certeza. No obstante, sí que podemos decirles que al quitarse la mascarilla podremos ver las sonrisas de los demás, no dañaremos nuestra piel, y tampoco tendremos que preocuparnos de haberla perdido u olvidado.
A pesar de todo lo dicho, sabemos que será un proceso de adaptación difícil, por lo que también os recomendamos mucha paciencia y responsabilidad. Si tenéis alguna pregunta, no dudéis en contactar con nosotras a través del formulario de nuestra página web, vía llamada telefónica, o presencialmente en nuestro centro de educación infantil Mi Cole en Ruzafa, Valencia.