¿Cómo organizar un verano con niños?

niños en la playa verano

Ha llegado ese temible momento: el comienzo de las vacaciones infantiles. De primeras no debería convertirse en un problema, puesto que se trata de un periodo perfecto para que pasemos más tiempo en familia, con nuestros peques, dedicándoles atención y observando todo lo que han progresado a lo largo del año. Sin embargo, el aburrimiento, los roces entre hermanos, el cambio de rutinas y el calor pueden provocar altercados de dimensiones descomunales, consiguiendo que estos días se vuelvan caóticos y difíciles de llevar. 

¿Cuál es la mejor estrategia, pues, para evitar que el verano se convierta en un infierno? Nosotras os lo decimos: la prevención. Ser previsores y anticiparnos a lo que venga, tanto en esto como en cualquier otro ámbito de la vida, es lo mejor que podemos hacer. Y respecto a las vacaciones infantiles, en particular, vamos a proponeros algunas pautas para tratar de evitar las riñas y los enfados. Como siempre os decimos, no hay garantías de que funcionen, puesto que cada niño o niña es un mundo; pero desde nuestra escuela infantil de metodología Montessori pensamos que podrán serviros de ayuda. 

¿Cómo prevenir las dificultades de las vacaciones infantiles?

niña jugando con la arena

La clave está en la disciplina y el orden, pero llevados desde una perspectiva positiva y respetuosa.

  • Marcar horarios y rutinas. Que nuestros hijos e hijas estén de vacaciones no significa que debamos renunciar a las pautas que les han acompañado durante todo el año. Muy al contrario, es bueno que mantengamos un horario para levantarse, desayunar, comer, ir a al parque, bañarse, acostarse… No tener que ir al cole al día siguiente no los exime de mantener una organización, ni nosotros debemos tirar por tierra todo el trabajo que hemos hecho a lo largo del curso con los peques. Y del mismo modo, si dejamos que hagan lo que quieran durante todo el día, llegará un momento en el que se aburrirán, por lo que no está de más que incluyamos algunas actividades al margen del juego libre, como salir a pasear, comprar o leer un cuento.
  • Hacerlo divertido. A nadie le gustan las rutinas, y menos cuando está de vacaciones. Sin embargo, podemos hacerlas más dinámicas y alegres, como por ejemplo dibujando en papel todo aquello que tienen que hacer durante el día. De ese modo, dejarán de verlo como una obligación, para sonreír cada vez que les toque algo que les apetezca o simplemente porque el dibujo les haga gracia.  
  • ¡Movimiento! ¡Queremos movimiento! Aparte de ser una necesidad fisiológica, si incorporamos a la rutina un paseo matutino o ir a la compra, temprano para que no se achicharren con el sol, conseguiremos empezar a cansarlos para que por la tarde-noche no nos resulte tan difícil que se vayan a la cama. Además, al salir a la calle fomentamos el aprendizaje y la exploración, que resulta fundamental para su desarrollo.
niños en verano en la piscina
  • Poner responsabilidades. Inevitablemente, llegará un momento en el que se aburrirán. Pero ¡que no cunda el pánico! Cuando eso suceda, lo mejor que podemos hacer es darles responsabilidades para que se mantengan ocupados, como hacerse la cama, prepararse la merienda, acompañar a mamá o papá a hacer algo… De ese modo, evitaremos que se pongan potrosos, consiguiendo además que se sientan útiles y mayores. 
  • No abusar de la siesta. Es bueno que dejemos a los peques descansar para que por las tardes no tengan rabietas ni estén agotados, debido al calor y todo lo que hayan hecho por la mañana. No obstante, si permitimos que duerman demasiado, por la noche no tendrán sueño, por lo que no querrán dormir y, en consecuencia, nosotros tampoco podremos. Así pues, sería interesante que establezcamos un horario de siesta para que repongan energías sin recargarlas al máximo. Y si tienen hermanitos, ni se os ocurra meterlos en la misma habitación para dormir, puesto que lograremos el efecto contrario a que se calmen.
  • Mamá y papá también tienen que descansar. Hablad con vuestra pareja y repartid el día para que cada uno tenga su espacio de tranquilidad y sosiego, puesto que si ambos pasáis todo el día con los peques, no solo no dispondréis de tiempo para vosotros, sino que además terminaréis al borde de la extenuación. Consecuentemente, actuad a modo de relevo y turnaos a los niños para que uno de los dos, en un momento dado, pueda descansar. 

Si tenéis alguna pregunta, no dudéis en contactar con nosotras a través del formulario de nuestra página web, vía llamada telefónica, o presencialmente en nuestro centro de educación infantil Mi Cole en Ruzafa, Valencia.

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