¿Manipulamos emocionalmente a nuestros hijos?

padre recrimina a hijo

Lamentablemente, la respuesta es afirmativa. Y puede que en algunos casos lo hagamos de manera inconsciente, como cuando nos devuelven mal el dinero en el supermercado; pero el caso es que lo hacemos. Así pues, en esta entrada vamos a tratar de abordar el tema de la forma más delicada posible sin que nadie se sienta culpable.

¿Qué es la manipulación emocional? Consiste en una forma de control basada en provocar emociones negativas en otra persona, hablando a nivel genérico. Respecto al campo que nos atañe, los padres y madres suelen caer con frecuencia en esas malas prácticas que hacen a los niños y niñas más frágiles, vulnerables y débiles para afrontar no solo su día a día, sino también su futuro. Por esa razón es tan importante que aprendamos a identificar estos mensajes que, desde nuestra escuela infantil de metodología Montessori, vamos a enseñaros para evitarlos y educar a nuestros peques de una manera más positiva y que resulte más fructífera para su vida adulta. 

Formas de manipulación infantil.

padres regañan a hijos

Aunque normalmente ocurre con buenas intenciones, aquí os dejamos algunos recursos que hay que evitar.

  • Negar las emociones. ¿Os suenan frases como «no ha sido para tanto», «no seas llorón», «eres demasiado sensible» o «no puedes tomarte las cosas así»? Claro que sí, ¿verdad? Esto se llama negar emociones, y muchas familias tienden a hacerlo. En contrapartida, debemos atender y dar valor a los sentimientos de los niños, porque será la manera en la que crecerán valorándose y respetándose, sin poner a nada ni a nadie por encima de ellos y ellas. 
  • Humillar. Podríamos utilizar el término «ridiculizar», que resulta menos ofensivo, pero la lengua castellana es muy rica para desaprovecharla. Y de nuevo, os mostramos ejemplos de frases lapidarias: «eso es un tontería», «eres un blando», «me estás avergonzando». Algunos padres y madres, e incluso profesores se valen de estas bazas para evitar que los niños y niñas hagan cosas que no quieren que hagan. Y lo que no entienden, es que los que realmente están pasando vergüenza son los más pequeños. 
  • Castigos emocionales. Ya hemos hablado en otras ocasiones de que los castigos resultan poco eficaces para modificar una conducta que consideramos inadecuada, desatando en contraposición baja autoestima, inseguridad e impulsividad. Pero hay una subcategoría denominada castigo relacional, que viene a manifestarse a través de las siguientes frases: «me voy; ahí te quedas», «cuando dejes de llorar, volveré», «no me hables, que estoy muy enfadada contigo», «no salgas de tu cuarto hasta que se te pase el berrinche». Con esto, el niño se siente excluido y, efectivamente, piensa que no le queremos. 
  • Provocar miedo. La amenaza es la manipulación emocional por excelencia. Y debemos diferenciar entre decir que si no se acuesta pronto no tendremos tiempo para leerle el cuento que quiere, y recurrir a la intimidación y otras formas de amedrentar para buscar que el niño o niña se comporte como queremos. Así las cosas, frases como «te voy a pegar», «nadie te va a soportar», «como lo vuelvas a hacer, te enteras»… En fin, pensamos que estos mensajes hablan por sí mismos, aunque la resonancia cambia mucho cuando la escuchamos o en este caso leemos, por otros medios. 
  • Victimizarse. Esta es una técnica muy empleada por los maltratadores y maltratadoras, tanto a nivel físico como psicológico. Una forma muy sutil de manipulación, haciendo pensar a la otra parte que nuestro comportamiento y bienestar es su responsabilidad, por lo que provoca una grave sensación de indefensión y culpabilidad. «Me estás provocando/desafiando/contestando», «me has hecho pegarte», «tampoco te he pegado muy fuerte», «ahora me encuentro mal por tu culpa»… Pero la mejor es esta: «a mí me duele más que a ti».
  • Consecuencias. La manipulación emocional tiene consecuencias futuras, y estas consisten en adultos que se culpan de todo lo que pasa a su alrededor, se sienten responsables de los demás, caen más fácilmente en la manipulación de otras personas y tienen un miedo atroz al abandono. Así que no, manipularlo de pequeños no los inmunizará de mayores. 

Hasta aquí la entrada de hoy. Sabemos que ha sido dura, pero repetir las estrategias que nuestros padres y madres emplearon con nosotros no es la mejor manera de educar a nuestros hijos. Si tenéis alguna pregunta, no dudéis en contactar con nosotras a través del formulario de nuestra página web, vía llamada telefónica, o presencialmente en nuestro centro de educación infantil Mi Cole en Ruzafa, Valencia.

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