¿Qué actividades deberían hacer los niños después del cole? Segunda parte.

niño con su madre en la piscina

Tal y como anticipamos el mes pasado, aquí llega la ansiada continuación de la última entrada que publicamos en nuestro blog. La idea inicial consistía en publicarla de una sentada, completa; pero debido a su extensión, decidimos dividirla en dos partes para que su lectura resultase más amena. Si os la perdisteis, os invitamos a que la leáis pinchando aquí. Y si no sabéis de qué os estamos hablando, porque habéis entrado por primera vez en este blog, ya os anticipamos que no será la última. 

Como os decíamos en la primera parte, tras escoger un centro académico y pasado el tiempo de adaptación, es muy probable que estemos pensando en qué más hacer para estimular el desarrollo de nuestros peques. Pero en contra de lo que puedan deciros muchos familiares o amigos que también tengan hijos, las actividades extraescolares no siempre son la solución, y desde nuestra escuela infantil de metodología Montessori ya os pusimos algunos ejemplos de otro tipo de acciones y tareas que podéis llevar a cabo en compañía de vuestros niños y niñas que resultarán la mar de beneficiosas al salir de la guardería. 

¿Cómo podemos estimular el desarrollo de nuestros hijos? 

hermanos en la piscina

A continuación, vamos a proseguir con el listado que os habíamos propuesto en la entrada anterior. 

  • Juego libre. Para los niños y niñas es fundamental, dado que fomenta la autonomía, la creatividad y el pensamiento crítico.  Así, los pequeños descubren el mundo a su ritmo, construyendo una confianza en sus propias habilidades y en su capacidad para interactuar con el entorno. Cada exploración, cada intento, cada error y éxito, les enseñan que pueden enfrentar desafíos y saciar su curiosidad. Pero para que esto suceda, debemos eliminar cualquier estímulo externo que pueda perturbar su concentración, como la televisión o dispositivos móviles. 
  • ¡Al agua, patos! Sí, la expresión es un poco antigua, pero los que ya tenemos cierta edad la recordamos como algo divertido. Y de eso se trata, precisamente. La experiencia en el agua puede ser muy gratificante, y no es necesario apuntarlos a clases especializadas, si bien esto puede resultar positivo para su desarrollo físico de cara al futuro; pero eso es otra historia que no nos compete. Sumergirse en el agua juntos es una de las mejores actividades extraescolares para niños de 0 a 3 años con el objetivo de fortalecer el vínculo afectivo, ya que en este entorno, los niños y niñas buscan la guía y el apoyo de sus cuidadores, consolidando así una profunda sensación de confianza y seguridad.
  • Mimitos varios. Besos, ternura. Qué derroche de amor, cuánta locura. Ya lo decía Ana Belén, una cantante de la que muchos y muchas no tendréis noticia por vuestra juventud, pero que cantaba una canción cuyo estribillo ha inspirado las primeras frases de este párrafo. La cuestión. Durante los primeros años de un niño, la conexión física y emocional con sus cuidadores es imprescindible para su bienestar. Cada abrazo, beso y caricia refuerza su sentido de seguridad y pertenencia. Estos gestos fortalecen el vínculo padre/madre-hijo/hija y activan respuestas neurobiológicas que favorecen el desarrollo cerebral, impulsando su autoestima y preparándolo para interactuar con confianza en el mundo. 
  • Leer cuentos. A través de las historias los niños y niñas aprenden sobre el mundo, valores, emociones y relaciones humanas. Además, este momento fortalece el vínculo entre padres e hijos, creando recuerdos de un valor incalculable. Y por otra parte, fomenta algunas habilidades lingüísticas, ampliando su vocabulario, mejorando su capacidad de expresión, agudizando su memoria y potenciando su concentración. 
  • Charlar sobre el día. Cuando las conversaciones giran en torno a eventos recientes, como lo que sucedió durante la tarde o la mañana, se incentiva la capacidad del niño o niña de reflexionar, memorizar y recordar. Este tipo de diálogos refuerzan la habilidad del pequeño para consolidar recuerdos, a la vez que le ofrecen un espacio seguro donde compartir y revivir experiencias, fortaleciendo el lazo afectivo con mamá y papá. Por no hablar de que se fomenta una comunicación abierta y sincera y se potencia la habilidad del niño para prestar atención y concentrarse.

¡Y con esto terminamos! Como veis, cada risa, juego y conversación, aparte de enriquecer el día a día, puede construir recuerdos para toda la vida. Si tenéis alguna pregunta, no dudéis en contactar con nosotras a través del formulario de nuestra página web, vía llamada telefónica, o presencialmente en nuestro centro de educación infantil Mi Cole en Ruzafa, Valencia.

¿Qué actividades deberían hacer los niños después del cole? Segunda parte.
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