Resolver conflictos con la ropa de manera respetuosa

solucionando conflictos de manera respetuosa

Si en la entrada anterior hablábamos de cómo conseguir que nuestros hijos o hijas se vistan solos, en la presente vamos a tratar de contribuir desde nuestra escuela infantil a solucionar los conflictos que la ropa puede acarrear, siguiendo la crianza respetuosa, mediante casos prácticos. 

Como os dijimos en el primer volumen, algunos de los principales conflictos que se originan entre padres e hijos se deben a la comida, la ropa, las compras, irse a la cama, e incluso riñas con otros niños y niñas. Y sí, ya sabemos que El Corte Inglés es más rápido que nadie en felicitar la Navidad, y que la televisión ya se ha puesto en marcha para anunciar juguetes. No os preocupéis, contamos con ello y publicaremos una entrada para que podáis lidiar con la temida campaña navideña. Pero aprovechando que el tiempo está cambiando, creemos que es un buen momento para echaros una mano con las prendas de ropa. 

Eso no me lo quiero poner. 

resolver conflictos con la ropa

Normalmente, los conflictos con la ropa se desencadenan cuando se da un evento especial para el que nuestros hijos o hijas deben ir ataviados con prendas que no suelen vestir, ya sea una comida familiar, una boda, un bautizo, una comunión, o incluso el simple acto de ir a la escuela. Por pequeños que sean, debemos recordar que los niños y niñas no se diferencian demasiado de nosotros los adultos en ese sentido. Si no nos sentimos seguros con nuestra vestimenta, no querremos llevarla, y a ellos les ocurre exactamente lo mismo. En ese caso, como padres y madres podemos encontrarnos con frases tan lapidarias como la siguiente: «No quiero ir con esa ropa». Y como niños, necesitan expresar su descontento por tener que enfundarse en prendas con las que se sienten incómodos. 

¿Qué podemos hacer como padres y madres?

Respuesta correcta número uno: «Te entiendo. A mí tampoco me gusta vestirme así. Pero esta ropa solo la tenemos que llevar hoy; mañana ya podemos ponernos la ropa que queramos, ¿vale?». Como hemos dicho, habrá días en los que tengamos que acudir a eventos que requieran de una vestimenta específica, y siendo honestos, a nadie le gusta vestirse de etiqueta, puesto que son conjuntos que no solemos lucir en nuestra vida cotidiana y con los que no estamos demasiado familiarizados, y un niño menos todavía. En consecuencia, es importante que les transmitamos a nuestros hijos o hijas que les comprendemos, y les hagamos saber que solo deben pasar por ese trance en momentos determinados. 

Respuesta correcta número dos: «Vale, hoy te pones la ropa que tú quieras, pero mañana lo que mamá y papá te digamos». La negociación es un clásico, y os sorprendería lo positiva que puede resultar para el desarrollo emocional de nuestros hijos, pues poco a poco les hará pensar e incluso razonar. Y no os equivoquéis, porque con esto no estamos cediendo a sus deseos, sino que simplemente estamos sustituyendo una prenda por otra, evitando así una situación de conflicto que podría derivar en rabieta. Ya habrá más días para que se pongan la ropa que nosotros queramos, tranquilos. 

¿Qué no debemos hacer como padres y madres?

Respuesta incorrecta número uno: «¡Aquí mando yo y te vas a poner lo que te diga, quieras o no quieras!». No debemos gritarles, ni tampoco pasar por alto sus sentimientos. Recordad que son niños y hay cosas que todavía no entienden. De ese modo, solo conseguiremos irritarles y desatar la rabieta que tratábamos de evitar. Ser padres y madres es una carrera de fondo, no de velocidad, por lo que vuestra mayor aliada es la paciencia. En lugar de recurrir a los gritos e imperativos, invertid unos minutos en explicarles los motivos por los que tienen que llevar esa ropa. 

Respuesta incorrecta número dos: «Si no te vistes como yo te digo, estás castigado». Cuidado con abusar de los castigos. Muy al contrario de lo que podamos pensar debido a la educación que recibimos cuando éramos jóvenes, no son la alternativa más adecuada si queremos conseguir una respuesta positiva. Si nos limitamos a castigar a nuestros hijos cada vez que no actúen como queramos, estaremos educando niños tristes que no sienten el amor de sus padres, y por lo tanto no se comunicarán con nosotros cuando tengan un problema. Sí, ya sabemos que con este consejo estamos privando a algún psicólogo de un cliente potencial, pero es algo muy importante que hubiera ayudado a nuestros padres cuando en lugar de hablar con ellos, nos quedábamos en silencio.

Hasta aquí el caso práctico de hoy. Esperamos que esta entrada os haya servido de ayuda ante situaciones que os presenten un conflicto. Está de más deciros que, si tenéis alguna duda, estaremos encantadas de atenderos a través de la página web de nuestra guardería Montessori, por vía telefónica, o incluso presencialmente en nuestro centro de educación infantil Mi Cole en Ruzafa, Valencia. 

Resolver conflictos con la ropa de manera respetuosa
Scroll hacia arriba