Como explicamos al desarrollar los contenidos de la página web de nuestra escuela infantil, los materiales Montessori fueron diseñados científicamente en un contexto experimental dentro del aula, partiendo de los intereses de los niños y de su etapa evolutiva. Estos materiales son: manipulativos, sensoriales, lúdicos, repetitivos, motor del aprendizaje, parte de las necesidades del niño y las satisface, limpios y en buen estado, únicos, progresivos y de origen natural. Pero ahí nos quedamos; por lo que en esta entrada nos disponemos a mostrar algunos ejemplos de dichas herramientas con el objetivo de que os familiaricéis con ellas e incluso podáis adquirirlas para vuestro hogar.
Rodari
Se trata de un material muy versátil, que además ayuda a desarrollar la motricidad gruesa y fina, de ahí su vinculación a Montessori. Los niños y niñas pueden perseguirlo desde que empiezan a gatear, agitarlo, tirarlo contra el suelo para escuchar el tintineo, hacerlo rodar e intentar coger las bolitas que hay dentro.
Pelotas Montessori
Consiste en un material sensorial, cuyo gran aporte reside, entre otras cosas, en el contraste que ofrecen las telas y los colores usados en su confección. Además, se trata de una herramienta que les aportará un gran beneficio cuando empiecen a agarrar objetos con las manitas e incluso contribuir a que comiencen a gatear, viéndose obligados a desplazarse para cogerla. Por último, también puede resultar de ayuda durante los primeros pasos, añadiendo cordelitos entre los pétalos de la pelota para que puedan estirarla, empujarla y arrastrarla.
Cesta de tesoros
Es uno de los materiales más populares dentro de la pedagogía Montessori, tanto por lo mucho que suele gustar a los pequeños y pequeñas, como por sus múltiples beneficios. Potencia el desarrollo heurístico, que tiene una gran importancia durante las primeras etapas de nuestra vida. Más que un juguete al uso, se trata de un juego donde los niños interactúan con diez a veinte objetos sencillos —fabricados con elementos naturales—, que exploran para conocerlos, comprenderlos y más adelante saber usarlos, sin que el adulto intervenga en el proceso, limitándose a observar. De este modo, no solo trabajan la motricidad fina y gruesa, sino que también tendrán que desplazarse para recoger, soltar y agarrar los diferentes objetos. Este material resulta altamente recomendable cuando nuestros hijos ya son capaces de sentarse manteniendo la espalda erguida, y les ayudará a poner en práctica la autonomía personal y la toma de decisiones.
Caja de permanencia
Aparte de favorecer el movimiento, la destreza manual y la coordinación mano-ojo, el principal objetivo de este material es enseñar a los niños el sentido de la permanencia. Este sentido se caracteriza por la capacidad del niño o niña de saber que un objeto sigue existiendo aunque no pueda verlo, debido a que los bebés solo piensan en el aquí y el ahora, y creen que si algo desaparece de su campo visual significa que ya no existe. De ese modo, adquirir esta habilidad les ayudará a calmar la ansiedad de la separación cuando sus padres y madres les dejen en la guardería, sabiendo que no los están abandonando y que volverán a por ellos. Puede parecer complejo, pero es tan sencillo como que el pequeño meta una bola en una caja y entienda que sigue dentro aunque no la pueda ver, claro que también la puede extraer. Cuanto mayor sea el orificio de la caja, menos esfuerzo les costará.
Banco martillo
Este material ayuda a los pequeños a desarrollar la coordinación mano-ojo, a la vez que se aprenden los diferentes colores de las piezas que golpearán con el martillo hasta que caigan todas y tengan que volver a encajarlas por su correspondiente agujero para empezar de nuevo. Además, se fomenta el agarre pinza con los dedos y la motricidad fina.
Puzles y encajes
Los primeros juegos de encaje de nuestros hijos e hijas deben ser sencillos para que puedan concentrarse en tamaños y formas. Aquellos dirigidos a enseñar las proporciones, adoptan una sola forma y color para que la cualidad del tamaño destaque sobre las demás. Por el contrario, los que se diseñan para reconocer las formas de las figuras geométricas, ofrecen varios encajes con diversas figuras que les ayudan a diferenciar forma y color. Las piezas se pueden extraer del puzle y volver a colocar gracias a un botón de agarre, lo que favorece la práctica de la pinza con los dedos. Estos materiales son perfectos para desarrollar la motricidad fina y la coordinación ojo-mano, además de la propia corrección del niño para que desarrolle su autonomía, puesto que si no coloca bien las piezas estas no encajarán.
Esperamos que esta entrada os haya servido para familiarizaros mejor con los materiales con los que trabajamos. Si tenéis alguna duda respecto a su uso o dónde podéis adquirirlos para hacer uso de ellos en vuestro hogar, estaremos encantadas de atenderos a través de la página web de nuestra guardería Montessori, por vía telefónica, o incluso presencialmente en nuestro centro de educación infantil Mi Cole en Ruzafa, Valencia.