¿Dónde se originan los traumas de los niños?

niño gritando

El cerebro es un órgano muy sensible, sobre todo, durante los primeros años de vida. Por esa razón, los vínculos afectivos de los padres y madres para con sus hijos son determinantes hasta el punto de condicionar su futuro. De hecho, la mayoría de trastornos emocionales que sufren los adultos se originan en su más tierna infancia. Las consultas de psicología están llenas de personas jóvenes y adultos que, en mayor o menor medida, sufrieron de pequeños una educación con carencias emocionales.

Hace unos meses, nuestro redactor, ese que se dirige a vosotros y vosotras con ese estilo y desparpajo que lo caracterizan, leyó el fragmento de un interesante artículo que ahora no recuerda con exactitud —ya va teniendo una edad—, pero que podría resumir, grosso modo, como que muchos de los pacientes que acuden a terapia lo hacen movidos por las acciones de personas que deberían ser tratadas y que sin embargo no lo hacen. Dicho de otro modo, que perjudicar al prójimo es una práctica más extendida que compartir las contraseñas de las plataformas de series, desde tiempos inmemoriales, por falta de responsabilidad afectiva. 

Pero volviendo al tema que nos ocupa, que no dejan de ser los locos bajitos, hemos querido reflejar en este post algunas conductas que debemos promover para evitar un desarrollo emocional negativo en nuestros hijos e hijas. 

¿Cómo promover un desarrollo positivo en los niños?

padre leyendo a sus hijos

Hay muchas formas de educar a nuestros peques, ya lo sabéis. Sin embargo, algunas resultan más beneficiosas que otras para incentivar un desarrollo emocional positivo.

  • Ser cálido. Las mayores secuelas emocionales se producen en niños cuyos padres no establecen una relación afectiva positiva. Los niños que crecen sin afecto, sin calidez, suelen mostrar un síntoma muy común: por más logros que alcancen en su vida, tienen baja autoestima. Por lo tanto, es importante que los achuchemos, besuqueemos, nos alegremos por sus logros y les hagamos saber que los queremos.
  • Ser flexible. Los niños y niñas necesitan límites, pero también es importante que se sientan fuertes, autosuficientes y capaces de tomar decisiones por sí mismos. A veces, veremos cómo se equivocan, e incluso podremos anticiparnos a esos errores, pero es fundamental que les permitamos errar, caerse y levantarse, porque sólo de los errores se aprende. Así, les demostraremos una confianza que ellos mismos podrán aplicarse. Esto no implica decir siempre que sí, y tampoco decir que no, sino establecer un equilibrio en función de lo que consideremos más adecuado a cada momento.
  • Ser asertivo. Saber reconocer que nos hemos equivocado, cambiar de opinión respecto a un tema, levantar un castigo por buen comportamiento… Todas esas cosas, por pequeñas que nos resulten, demostrarán a nuestros hijos e hijas que somos seres imperfectos que pueden cometer un error sin que ello implique el fin del mundo. 
  • Ser coherente. La incertidumbre es uno de los aspectos más dañinos de la vida. Perjudica a menores y adultos por igual. Comportarnos de manera errática es la mejor forma de crear inseguridad en una persona. En el caso de los niños y niñas, es interesante que nos mostremos constantes y emocionalmente estables. Si no lo somos, por el motivo que sea, debemos buscar ayuda para serlo, pues nuestros hijos no tienen la culpa.

Si tenéis alguna pregunta, no dudéis en contactar con nosotras a través del formulario de nuestra página web, vía llamada telefónica, o presencialmente en nuestro centro de educación infantil Mi Cole en Ruzafa, Valencia.

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