Aunque ya hablamos en otra entrada de la crisis de los dos años y de cómo actuar para llevarla de la mejor manera posible, puesto que es la edad en la que comienzan las rabietas, no comentamos la parte positiva de este corto periodo de tiempo en el que los peques resultan extremadamente graciosos, tiernos, inocentes, dulces y todo les resulta divertido. En consecuencia, se dan las siguientes situaciones:
- Jugar con ellos es muy sencillo.
- Empiezan a comprender las normas y límites.
- Comienzan a desarrollar su propia personalidad al margen de papá y mamá.
Lejos de ser el momento en el que se desaten los conflictos con los niños por falta de comprensión de sus padres, debería ser la edad en la que los ayudemos a desarrollar su identidad y pasar todo el tiempo que podamos con ellos. Es un periodo muy interesante, y desde nuestra escuela infantil de metodología Montessori vamos a proponeros algunas actividades que podéis llevar a cabo juntos.
¿Qué actividades hacer con los niños de dos años?
Os dejamos algunas cosas que resultarán eficaces para ganarnos el corazón de nuestros peques.
- Poner nombre a sus emociones. Los niños de dos años se encuentran en pleno desarrollo de su cerebro racional, su vocabulario es más amplio y quieren aprender cosas nuevas constantemente, por lo que es un buen momento para que les enseñemos a verbalizar aquello que les ocurre, como enfado, cansancio, tristeza, alegría, ilusión… Y si nos preguntan qué significa cada cosa, en lugar de irnos a la RAE, podemos establecer un símil que puedan entender.
- Ignorar las salidas de tono. Como hemos dicho, a esta edad los peques son muy divertidos, pero a veces esas bromas o salidas pueden no resultarnos demasiado graciosas. Sin embargo, en lugar de enfadarnos y regañarlos, con lo que conseguiremos que en el futuro vuelvan a emplearlas para llamar la atención, la mejor manera de actuar es no hacerles ningún caso. De ese modo, entenderán que, aquello que consideran divertido o simplemente molesto para nosotros y nos lleva a dejar lo que estamos haciendo, no surte el efecto que buscaban y no lo repetirán. Debemos atenderles mucho, pero no en esas ocasiones.
- Sorprender. Buscando aquello que hemos observado que les fascina, lograremos captar toda su atención y que nos sigan con ilusión donde nosotros les indiquemos.
- Dar responsabilidades. Mantenerlos ocupados es la mejor manera de que nuestros pequeños torbellinos no nos dejen exhaustos. A esa edad, su energía es inagotable y no quieren dejar de correr y saltar, así que la mejor forma de que inviertan esa energía es mediante el manejo de pequeñas responsabilidades, como ayudar a guardar la compra, llevar su ropa sucia al cesto, ir a por un pañal limpio, recoger sus juguetes… En el momento en el que nuestro hijo o hija se nos descontrole, darle trabajo es una buena estrategia para llevarlo de nuevo al redil. Ahora bien, estas tareas deben ir siempre acompañadas por pasos pequeños; recordad que siguen teniendo dos añitos.
- Ayudar con las transiciones. Los niños de dos años tienen muchas dificultades con los cambios, puesto que la parte frontal del cerebro apenas la han desarrollado. Así pues, resulta fundamental que les echemos una mano para pasar de una cosa a otra, como apagar la tele para irnos al baño, a cenar o a dormir, por poner un ejemplo simple. En tal caso, podemos ir anticipándoles lo que va a suceder en un corto periodo de tiempo para que su mente lo vaya asimilando, aunque nos protesten.
Como veis, son muchas las cosas que podemos hacer con nuestros hijos a esta edad. Si tenéis alguna pregunta, no dudéis en contactar con nosotras a través del formulario de nuestra página web, vía llamada telefónica, o presencialmente en nuestro centro de educación infantil Mi Cole en Ruzafa, Valencia.