Sabemos que están siendo unas fiestas algo atípicas por la situación que estamos atravesando, y que no todas las familias gozan de los mismos recursos y oportunidades para regalar a sus hijos e hijas todo lo que les hubiera gustado en circunstancias normales. En consecuencia, desde nuestra escuela infantil Montessori queremos transmitiros un mensaje de ánimo y compartir con vosotros una reflexión mediante la cual esperamos reconfortaros.
Echando la vista atrás, si rebuscamos en esos álbumes de fotos antiguas en las que todavía no se podían corregir los puntitos rojos en los ojos, y siempre había alguien que plantaba la huella de su dedo en la instantánea, seguro que encontramos alguna imagen donde nuestros padres y madres, abuelos y abuelas, o incluso nuestros hermanos y hermanas salgan jugando con nosotros a algún juego o con algún juguete. Pero ¿acaso era el juguete en sí lo más importante de ese momento? Si buceamos en el laberinto de nuestra memoria, comprenderemos que no. Lo verdaderamente importante, y lo que recordamos, eran esos momentos de complicidad compartidos con nuestros familiares, que por el ajetreo del día a día no podían darse con mayor frecuencia. Por esa razón, el mejor regalo que podemos hacer en esta Navidad es el tiempo: aquello que no tiene precio y que no se puede recuperar.
Para un niño, un juguete no tiene ningún sentido si no puede compartirlo con sus seres queridos, si no lo puede disfrutar con nosotros, por lo que en realidad no es importante que reciba más o menos regalos, y no debéis sentiros mal en el caso de no poder brindárselos. El 2020 ha sido un año catastrófico, somos conscientes, y el 2021 todavía se nos antoja como una quimera, pero también nos ha permitido pasar más tiempo con nuestros hijos e hijas, conocerles, escucharles, comprender sus necesidades, aprender de ellos, darles lo que con tanta insistencia siempre nos pedían y que nos era imposible entregarles: nuestra atención. En resumidas cuentas, este parón nos ha concedido tiempo; tiempo para nosotros y para ellos, y eso es algo que deberíamos valorar y potenciar, aprovechando para construir recuerdos que queden almacenados en su memoria, al igual que los que atesoramos nosotros en la nuestra, y en esos viejos álbumes con las fotos introducidas en el interior de fundas de plástico.
¿Qué podemos hacer con nuestros pequeños y pequeñas durante estos días de vacaciones?
- Decorar el árbol y poner el belén. También nos sirve quitar la decoración cuando la Navidad termine.
- Pasar una mañana o tarde en casa juntos, tranquilos, pintando o escuchando música.
- Escribir y dibujar felicitaciones navideñas. A sus abuelos y abuelas les hará especialmente ilusión.
- Cocinar galletas de Navidad, o cualquier otro alimento que sea fácil de manipular y no entrañe peligros para su seguridad.
- Gastar alguna broma el día de los Inocentes. Y aunque ya haya pasado, una bromita de vez en cuando nunca está de más y saca sonrisas.
- Sentarse en el suelo con cojines y contar una historia o leer un cuento. Si además gozáis de chimenea, ya sería lo más.
- Ver una película juntos. Y no vale dormirse, que todos hemos sido niños alguna vez.
Para finalizar, esperamos de corazón que esta entrada os sirva para aplacar cualquier sentimiento de frustración, impotencia o derrota que hayáis podido experimentar durante estas fiestas. Si necesitáis hablar de ello, o tenéis alguna duda, estaremos encantadas de escucharos y ayudaros en todo lo que podamos, bien a través de la página web de nuestra guardería Montessori, por vía telefónica, o incluso presencialmente en nuestro centro de educación infantil Mi Cole en Ruzafa, Valencia.