Claves para evitar los celos entre hermanos

hermanos poniendose zapatillas

En la entrada anterior os hablábamos sobre lo que supone la llegada de un hermanito a la familia, así como brindaros algunos consejos para que los hermanos mayores no se sientan desplazados. Sin embargo, es inevitable que en algunas ocasiones, y por más que pongamos de nuestra parte para que eso no ocurra, nuestros hijos e hijas sientan celos de los recién nacidos; algo que ya comentamos por encima, pero en lo que no profundizamos todo lo que nos habría gustado. 

Debemos entender que los celos entre hermanos son algo normal, y no necesariamente negativo. Nuestro hijo o hija mayor está acostumbrado a ser el centro de atención, teniendo a sus padres y madres disponibles todo el tiempo para satisfacer sus necesidades, y la llegada de un hermano les obligará a compartir no solo el tiempo que pasan con las personas que más quieren, sino también su amor. Así pues, desde nuestra escuela infantil de metodología Montessori vamos a proponeros algunas claves con las que podréis atajarlos de manera respetuosa. 

¿Cómo abordar los celos sin dañar la confianza de nuestros hijos?

  1. Normalizar la situación. Es inevitable que, en algunos momentos, como padres y madres concentremos toda nuestra atención en el bebé, dejando de lado irremediablemente al hermano mayor. Por muy atentos, generosos y sensibles que seamos, un cólico de aires o una crisis de fiebre puede llevarnos a relevar a nuestros hijos mayores a un segundo plano. Si se produjese tal situación, os recomendamos que, en primer lugar, no os sintáis culpables, puesto que es algo completamente normal y no significa que seáis unos malos padres. Y en segundo lugar, si no pudisteis prestar atención a vuestro hijo o hija mayor en aquel instante, es importante que le hagáis saber que os disteis cuenta de que estaba allí, que quería contaros algo o simplemente estar con vosotros, y que ahora podéis atenderle. De esa manera, vuestro pequeño seguirá sintiéndose querido, entendiendo que no os olvidasteis de él. 
  2. Prestar atención a las señales. Ya os lo comentamos en la entrada anterior. Que los celos no se manifiesten al principio debido al momento de euforia por la llegada de un nuevo miembro a la familia, o porque hemos hecho un buen trabajo manteniendo un clima positivo y de inclusión con nuestros hijos e hijas mayores, no implica que con el paso de los días, semanas o meses los peques no empiecen a comportarse de manera diferente a la habitual, mostrándose tristes, callados o incluso rebeldes. En ese caso, lo que podemos hacer es hablar con ellos, haciéndoles entender que sabemos cómo se sienten, y diciéndoles que vosotros también echáis de menos pasar más tiempo con ellos y hacer planes juntos. Así, no solo estaremos mostrando empatía, sino que además reforzaremos su debilitada confianza en ellos mismos. 

  1. No comparar a un hermano con otro. Desde los albores de los tiempos, las comparaciones siempre han sido odiosas. En consecuencia, independientemente de la edad que tengan, no debemos comparar a nuestros hijos nunca, ni tan siquiera cuando pensamos que no nos oyen. Las comparaciones minan la autoestima y dañan la confianza, por lo que así solo estaremos aumentando sus celos. 
  1. No fomentar el comportamiento agresivo. Ante todo, debemos poner límites y no consentir acciones violentas de un hermanito hacia el otro, aunque sean normales. No obstante, la solución no es ejercer la misma violencia que ellos han empleado, ni tampoco gritar o castigar, sino hablar con ellos y escucharles para entender por qué han actuado de ese modo y, en consecuencia, explicarles por qué no deben hacerlo más. 
  1. Involucrar a los hermanos mayores en todo lo posible. Como os dijimos, los vínculos afectivos no surgen de la nada, sino con el tiempo y el roce. No podemos obligar a nadie a que nos quiera, ni tampoco podemos esperar que los hermanos mayores quieran a sus hermanos pequeños porque sí. Por lo tanto, lo que podemos hacer es contar con ellos para cambiarle la ropita al bebé, bañarlo, ir juntos a la escuela infantil, de compras o al parque. Lo más importante es crear un nexo de unión entre ambos para que comiencen a cogerse cariño y se habitúen a la nueva situación. Pero cuidado, que esto tampoco conlleva dotar al hermano mayor de responsabilidades que no debe tener. 
  1. Preparar un lugar de la casa especial para cada uno de nuestros hijos. No importa que sea una habitación por completo, o un trocito del salón. Lo fundamental es reafirmar el papel de nuestros hijos para que continúen sintiéndose importantes, y que comprendan que no han sido desplazados en su hogar por la llegada del hermanito.

Esperamos haberos ayudado con esta entrada. Si tenéis alguna duda, no dudéis en contactar con nosotras a través del formulario de nuestra página web, vía llamada telefónica, o incluso presencialmente en nuestro centro de educación infantil Mi Cole en Ruzafa, Valencia. 

Claves para evitar los celos entre hermanos
Scroll hacia arriba