¿Cómo evitar el fracaso infantil?

niña aburrida en clase

Tanto como evitar, quizás no sea el verbo correcto, porque lo único que se puede hacer con el fracaso es llegar a un entendimiento; aprender a negociar con él para que cuando aparezca no nos hunda. Sin embargo, tratar de explicarle esto a un niño o niña puede resultar cuando menos complejo. 

Cualquier niño terminará entrando en contacto con el fracaso, ya sea debido a la traición de un amigo que no le deja un juguete o en su defecto no le devuelve el que le ha sido prestado, ese primer amor platónico que le dará calabazas, o una nota baja en una asignatura. En consecuencia, desde nuestra escuela infantil de metodología Montessori nos disponemos a brindaros algunas estrategias para que vuestros hijos no experimenten el fracaso a unas edades tan tempranas.

Claves para aumentar la tolerancia al fracaso de los niños

niña haciendo deberes

Aunque el fracaso es algo inevitable a lo que todos nos enfrentamos tarde o temprano, podemos hacer lo siguiente con nuestros hijos e hijas.

  • Normalizar la situación. ¿Y qué? Esa pregunta retórica os ayudará mucho de cara a que los peques entiendan que el fracaso es una parte natural de la vida y que no se trata de algo tan terrible. De hecho, tendrán que lidiar con muchos fracasos a lo largo de su camino. 
  • Ser un ejemplo a seguir. Como ya sabéis, los niños y niñas aprenden por imitación. Así, viendo que nosotros llevamos con normalidad nuestros fracasos, verán que no hay nada de malo por no conseguir a la primera lo que nos proponemos. 
  • Mostrar sus puntos fuertes. Todo fracaso esconde un pequeño éxito, por lo que es importante que los niños y niñas comprendan que no todo fue en vano, y que de las derrotas se puede aprender incluso más que de las victorias. Eso les servirá para acertar en otra ocasión. Existen dos preguntas clave para esto: ¿qué crees que hiciste mal? y ¿cómo lo harás la próxima vez?
  • Enseñar a levantarse. Hay dos clases de niños: los que se crecen frente a los desafíos y los que se vienen abajo ante la primera dificultad que se les presenta. Esto viene derivado por un factor genético (contra el que no podemos hacer nada) y por otro educacional. Así pues, si nuestro niño o niña tiende a rendirse cada vez que se topa con un obstáculo, podemos ayudarle a afrontar sus miedos y aceptar las adversidades como una forma de crecer y adquirir fortaleza. ¿Cómo lo hacemos? Muy sencillo. Podemos animarle a que retome actividades que dejó aparcadas. Acompañarlo en el proceso para que se sienta más seguro. Y si nada de esto funciona, ir paso a paso, marcando objetivos pequeños que iremos ampliando a medida que lo veamos con confianza. 

Transmitir confianza a nuestros hijos es uno de los mayores regalos que podemos hacerles. Si tenéis alguna pregunta, no dudéis en contactar con nosotras a través del formulario de nuestra página web, vía llamada telefónica, o presencialmente en nuestro centro de educación infantil Mi Cole en Ruzafa, Valencia.

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