Para empezar, ¿qué es el apego seguro? Consiste en la capacidad del niño o niña para sentirse con la confianza de establecer relaciones con los demás. Y no solo eso, sino que además contribuye a su bienestar emocional, manejar mejor el lenguaje y una mayor capacidad de adaptación y aprendizaje a nivel social.
Cuando nuestros peques alcanzan cierta edad, las necesidad básicas de alimentación y contacto físico comienzan a ir de la mano de otras tantas de índole más emocional, pero que al igual que las primeras, los padres y madres debemos atender para ayudar a nuestros hijos e hijas a sentirse seguros. Así pues, desde nuestra escuela infantil de metodología Montessori vamos a proponeros algunas acciones que podéis desempeñar para que este apego seguro se produzca.
Consejos para fomentar el apego seguro en los niños.
Como veréis, se trata de tareas muy sencillas, por lo que vayamos a ellas sin más dilación.
- Garantía de seguridad. ¿Cómo se consigue esto? A través de los cuidados diarios, como ayudarles a vestirse y lavarse las manos antes de comer, cepillarles el pelo y ponerles el pijama, por fijar algunos ejemplos. Estas tareas, por pequeñas que parezcan, ayudan a nuestros hijos a interiorizar la idea de que por mal que se porten o no actúen como nos gustaría, siempre vamos a estar ahí para ellos. Y crecer teniendo en mente esa certeza, les ayudará mucho.
- Cercanía. ¿Cómo se la trasladamos? Explicándoles las cosas. Los niños y niñas necesitan referentes, figuras de las que puedan aprender, y no hay mejores modelos para ellos y ellas que sus padres y madres. Como os hemos dicho muchas veces, los peques aprenden por imitación. Y de este modo, si les explicamos cómo dar las gracias, expresar un enfado o cualquier otra acción u emoción que consideremos relevante, estaremos alimentando ese apego seguro.
- Abrazos y besos. El contacto físico es indispensable para que se produzca este tipo de apego. Y no solo les ayudará a fortalecer el vínculo con nosotros, sus papás y mamás, sino que además les resultará muy útil de cara a su futuro, cuando comiencen a tener relaciones y deseen mostrar su amor y afecto de una manera respetuosa, adecuada y positiva, pues habrán crecido con la confianza de hacerlo. Creednos, es muy importante que un niño o niña crezca con amor en un hogar y donde vea que ese amor se muestra de manera natural, sin prejuicios ni barreras.
- Normas y libertad. No son incompatibles. Debemos establecer unas reglas desde que son bien pequeñitos para guiarles y establecer sus límites respecto a lo que deben y no deben hacer, pero tampoco debemos privarles de explorar el mundo que les rodea. Y si se caen y lloran, no os preocupéis, que se levantarán. Al fin y al cabo, para aprender a levantarse, primero hay que caerse.
- Escucharles y comprenderles. Sí, lo hemos dicho muchas veces. Sabemos que los problemas que pueda tener un niño no pueden compararse con la pérdida de un trabajo, la ruptura de una relación amorosa o la defunción de un ser querido. Sin embargo, si mostramos empatía y rescatamos a ese niño interior que siempre llevamos con nosotros, seremos capaces de entender que sus preocupaciones, para su edad, son tan grandes como para nosotros resultan las nuestras. Así que no escatiméis en pasar tiempo con ellos y en interesaros por aquello que les inquieta.
Si tenéis alguna pregunta, no dudéis en contactar con nosotras a través del formulario de nuestra página web, vía llamada telefónica, o presencialmente en nuestro centro de educación infantil Mi Cole en Ruzafa, Valencia.