Cómo manejar las rabietas durante la etapa infantil

rabietas niños pequeños

Una rabieta o pataleta es un fenómeno normal dentro del desarrollo infantil, y se define como la frustración de un niño o niña ante un deseo que no puede cumplir, así como el modo que tiene de expresar su malestar al no hallar otro medio por el que comunicarlo. Estos comportamientos suelen desatarse cuando nuestros hijos comienzan a buscar la tan ansiada independencia de la que hablábamos en la entrada anterior, y ponen a prueba las normas que hay a su alrededor confrontándolas. 

No obstante, aunque las rabietas formen parte del desarrollo normal del pequeño, no implica necesariamente que no podamos hacer nada para gestionarlas mejor, sin incurrir en los castigos. Y desde nuestra escuela infantil, os vamos a mostrar algunos recursos amparados en la metodología Montessori. 

¿Cómo gestionar respetuosamente las rabietas?

  1. Evitar situaciones conflictivas. Observar a tu hijo y saber qué es aquello que desea te permitirá anticiparte a sus reacciones. Por ejemplo, si te has dado cuenta de que cada vez que pasas por delante de una tienda de juguetes te pide que le compres uno, simplemente sortea la tienda tomando otro camino que no la incluya en el trayecto.
  2. No perder el control. Subir el tono de voz o tratar de imponer tu criterio a la fuerza no conseguirá el efecto que deseas. En lugar de eso, baja a su nivel, agáchate. Háblale con calma, mirándole a los ojos, y que él o ella te devuelvan la mirada. Esto es muy importante cada vez que nos comuniquemos con un niño, pero más aún durante una rabieta. 
  3. Ceder puntualmente. Recuerda que esto no es una guerra, y que de vez en cuando puedes permitirte darle aquello que ansía. Lo que no hay que hacer es convertirlo en costumbre. Poniendo un ejemplo, si un día en lugar de la camiseta azul quiere ponerse la blanca, que se la ponga, no hay problema; ya habrá más días para que se ponga la azul.
  4. Negociar. Si se nos presenta alguna situación en la que darle lo que quiere no es una opción, podemos optar por buscar una alternativa. Siguiendo en la línea del ejemplo de las camisetas, podemos decirle lo siguiente: ya sé que te gusta más la camiseta blanca que la azul, pero hoy no puede ser. Si quieres, mañana te la pones. 
  5. No emplear el chantaje emocional. Por muy molesta que nos resulte la rabieta, no debemos pagar con nuestros hijos nuestra frustración, porque bastante tienen ellos ya con las suyas. Nosotros somos los adultos y los que tenemos control sobre nuestras emociones. De ese modo, no debemos hacerle sentir mal diciéndole que le vamos a castigar, que le vamos a dejar solo o que ya no le querremos. Nuestro amor hacia él o ella no debe estar nunca condicionado por su comportamiento. 
  6. No negar el contacto físico. Es muy probable que durante la rabieta nuestro hijo rehúya el contacto físico o que directamente no quiera saber nada de nosotros. No hay que alarmarse; recordad que esto es algo temporal, no ha dejado de quereros, ni debéis interpretarlo como un ataque, sino más bien como una reacción fruto de la ofuscación. Pero si acepta el contacto, podéis darle un abrazo, un beso, e incluso cogerle al brazo hasta que se le pase el berrinche. 
  7. No dar grandes explicaciones durante la rabieta. Mejor reservarlas para cuando el pequeño esté más tranquilo, porque en la fase más explosiva de la misma no las va a escuchar. Por el contrario, podemos optar por mensajes más cortos, pero no faltos de cariño, como el siguiente ejemplo: mi amor, lo siento, pero ahora no puede ser. Una vez la pataleta haya finalizado, entonces sí podemos darle una explicación más extensa adecuándola a su edad. 

Si entendemos que una rabieta es un proceso normal que forma parte del desarrollo evolutivo de los niños, y no lo tomamos como un comportamiento derivado de una mala educación que requiere de mano dura para sofocarlo, la actitud que tendremos frente a ellas será mucho más beneficiosa tanto para nuestros hijos como para nosotros mismos. 

¿Y si a pesar de todo no consigo gestionar bien las rabietas de mi hijo?

No te preocupes. Ponte en contacto con nosotras a través de nuestra página web, vía teléfono o mediante correo electrónico y te asesoraremos personalmente. 

Cómo manejar las rabietas durante la etapa infantil
Scroll hacia arriba