Se acerca el verano, y con él, las tan temidas vacaciones donde en algunas ocasiones no sabemos qué hacer con nuestros hijos e hijas. Pero para lograr buenas interacciones, lo más importante es mantener el respeto. Y es que el respeto mutuo es uno de los pilares sobre los que se sostiene la disciplina positiva, de la que ya hemos hablado en numerosas ocasiones, aunque en el siguiente párrafo realizaremos un breve resumen para los recién llegados a este blog.
La disciplina positiva es un método para enseñar a padres, madres y educadoras a construir una relación con los niños y niñas que les ayude a desarrollarse de forma positiva, contribuyendo a que se conviertan en personitas seguras de sí mismas y autónomas. Cuando hablamos de autonomía nos referimos tanto a la parte intelectual (resolución de problemas) como emocional (toma de decisiones). Dicho de otro modo, su objetivo es educar a los peques para que tengan una buena autoestima, una buena confianza en sus propias aptitudes y ser capaces de moverse conforme a sus propios intereses y valores.
Cinco claves para obtener el respeto de los niños
Desde nuestra escuela infantil de metodología Montessori vamos a mostraros algunos ítems a través de los cuáles podréis educar en el respeto mediante la disciplina positiva.
- Disciplina y paciencia. La constancia y la superación resultan fundamentales para que los niños y niñas desarrollen confianza en sus propias habilidades y ganen autocontrol. Cuando educamos con disciplina enseñamos a nuestros hijos o alumnos a no rendirse, a saber que hay momentos para jugar y momentos para ordenar. Momentos para correr y para estar sentados. Momentos para divertirse y otros para estar concentrados. Pero lo más importante es que esa firmeza llegue acompañada de paciencia, en lugar de avalarse por medio de castigos, permitiendo que los peques puedan crear una asociación positiva y respetuosa.
- Sentirse valioso y aceptado. Ya sea dentro de la familia o en la guardería. Debemos entender que si gritamos, castigamos o pegamos, estamos privando a nuestros hijos de su valor, del respeto que merecen, y esto influye tanto en su autoestima como en el sentimiento de pertenencia dentro de su propia familia. No obstante, si educamos valiéndonos del respeto, el afecto y la disciplina, los niños y niñas recibirán justo el efecto contrario: seguridad y confianza.
- Otros valores. Los castigos sólo demuestran que podemos conseguir las cosas por la fuerza. Que la fuerza es más importante que la razón. Y como no hay razón, unas personas son más importantes que otras según nuestro criterio egoísta. Ahora bien, si en lugar de hacer daño, recurrimos a la disciplina positiva, nuestros hijos e hijas aprenderán valores como el respeto, la empatía, la resolución de problemas, el trabajo en equipo y la responsabilidad.
- Potenciar sus capacidades. Cuando educamos a un niño con comprensión, paciencia, orden y disciplina se sentirá seguro de sus capacidades. Y da igual que sea rebelde o introspectivo. Es un error querer cambiar a nuestros hijos por tener un carácter que nos desagrada. Cada niño es único y especial, y así es como debemos conseguir que se sientan. En consecuencia, ser capaz de controlar su carácter para conseguir lo que se propone y entender a los demás no le hará perder su identidad, sino que la reforzará para tomar decisiones y resolver problemas por sí mismo.
Como podéis ver, la disciplina positiva no es más que sentido común. Si tenéis alguna pregunta, no dudéis en contactar con nosotras a través del formulario de nuestra página web, vía llamada telefónica, o presencialmente en nuestro centro de educación infantil Mi Cole en Ruzafa, Valencia.