Bueno, nosotras diríamos que es importante abrazar en general, no sólo a los peques de la casa. A nuestra pareja, padres y madres, hermanos, abuelos, amigos e incluso a nuestras mascotas. Con mucha frecuencia y un intervalo de unos diez segundos, como mínimo; que se note que hay amor. Y sí, ya sabemos que no a todo el mundo le gustan los abrazos, por más incomprensible que nos resulte, y que incluso algunas personas se sienten incómodas con ellos. Pero por lo general, a la gente le gusta recibir un buen y sincero abrazo, y a los niños y niñas más que a nadie, porque los necesitan.
Dicho lo anterior, ¿por qué son tan importantes los abrazos para los niños? Existen muchos estudios que nos dicen que los abrazos tienen efectos maravillosos en nuestro cerebro; segregan oxitocina, relajan la tensión arterial, reducen el latido del corazón y por eso la neurociencia afirma que los abrazos nos curan. Eso es lo que enuncia la ciencia. Pero si nos trasladamos al empirismo, recordaremos que cuando éramos pequeños, cada vez que teníamos miedo o estábamos tristes, los brazos de nuestra madre o nuestro padre nos ayudaron a sentirnos más tranquilos y seguros, sabiendo que en su compañía nada podía hacernos daño.
Razones por las que debemos abrazar a los niños.
Aparte de todo lo que hemos dicho en los párrafos anteriores, desde nuestra escuela infantil de metodología Montessori vamos a daros algunos motivos por los que es importante abrazar a nuestros hijos e hijas.
- Tranquilidad. Muy en contra de lo que se suele afirmar respecto a que coger a los bebéis o niños al brazo es contraproducente, abrazar induce a calmar aquello que les está ocurriendo, ya sea miedo, frio, inseguridad frente a algo que desconocemos, o que simplemente estén nerviosos y se estén portando mal. En este último caso, los gritos, castigos y amenazas son lo opuesto a dar un abrazo, dado que incrementarán esa sensación de malestar que les acompaña.
- Repetición de conductas. Como siempre decimos, los niños y niñas aprenden por imitación. Y de mayores, repetirán con sus hijos los patrones de conducta que recibieran de sus padres y madres. Así pues, si en lugar de regañarles o gritarles les abrazamos con más frecuencia, se convertirá en un hábito que tenderán a repetir cuando sean adultos. Dicho de otro modo, los abrazos contribuyen al desarrollo emocional de los peques, puesto que entenderán que dar amor es mejor que soltar un grito o levantar la mano.
- Se quedan en la memoria. Puede sonar a tópico, pero la verdad es que hay momentos que perduran en la memoria. Las palabras se las lleva el viento, pero las acciones se quedan tatuadas en la piel. Y cuando una persona nos abraza de verdad, con fuerza y nos transmite su amor en un momento en el que lo necesitamos, no se olvida. Tened claro que cuando sean mayores, vuestros hijos e hijas recordarán esos momentos en los que les insuflasteis todo el afecto que necesitaban.
No hay nada más bonito que dar un abrazo. Si tenéis alguna pregunta, no dudéis en contactar con nosotras a través del formulario de nuestra página web, vía llamada telefónica, o presencialmente en nuestro centro de educación infantil Mi Cole en Ruzafa, Valencia.