¿Qué hacer si nuestros hijos lloran al dejarlos en la escuela infantil?

primer dia de mi cole

El año pasado, sobre estas fechas, ya hablamos sobre cómo implementar en casa la vuelta al cole para que nuestros hijos e hijas no acusen tanto el cambio. Pero como nos negamos a que nuestras entradas sean cíclicas, hoy vamos a hablaros sobre cómo comportarnos en el caso de que los peques lloren cuando los llevamos a la guardería. Y es que debemos comprender que esto es algo muy habitual, por lo que no debemos perder la calma ni sentirnos culpables como sus papás y mamás.

Hay dos tipos de niños y niñas: los que entran con muchas ganas y felicidad a la escuela infantil, y los que necesitan un mayor tiempo de adaptación. Esto último no es malo, sino que depende de cada caso y del trabajo previo que se haya hecho para preparar al peque de cara a una nueva experiencia en su camino, como es separarse de su familia durante unas horas al día para aprender y relacionarse con otros niños. Y aunque no es obligatoria la escolarización hasta los seis años de edad, nosotras pensamos que es recomendable, para desarrollar sus habilidades sociales, que comiencen cuanto antes, pues así de mayores no les resultará tan difícil acostumbrarse a estar rodeados de otros pequeñajos ni los verán como una amenaza. Además, que nuestro hijo llore el primer día no es sinónimo de no estar preparado para empezar, sino que necesitará una mayor implicación de sus papás y mamás, así como de las profes para que disfrute de esta etapa que se abre ante él. 

primer dia guarderia

¿Cómo ayudar a nuestros hijos a adaptarse más rápido?

Lo principal es no agobiarse, porque no hay prisa. Otra cosa es que nuestros hijos lloren durante un largo periodo de tiempo, en cuyo caso, efectivamente, tal vez no estén preparados para un cambio así. Pero si esto no ocurre, desde nuestra escuela infantil de metodología Montessori vamos a proponeros algunas alternativas que podéis llevar a cabo. 

  • Hablar con las profesoras. Interesarnos por cómo ha pasado el día nuestro hijo o hija puede ayudarnos a la hora de tomar decisiones, pues no es lo mismo que haya llorado sólo en el momento de separarnos de ellos y que el resto del tiempo hayan estado bien, jugando y relacionándose con los demás niños, que permanecieran cabizbajos, apáticos y con evidentes muestras de tristeza. Así que conocer esta información nos resultará fundamental para abordar el tema.
  • Mostrarnos positivos. Es muy simple. Si vemos a nuestros niños tristes, y nosotros también nos ponemos a llorar, o directamente nos perciben nerviosos y preocupados, no ayudaremos a que ellos se tranquilicen. Por lo que hay que tener paciencia, cabeza fría y comportarnos como lo que somos: adultos. 
  • Mantener una rutina. Lo sabemos, somos muy pesadas con esto; pero creednos cuando os decimos que resulta muy beneficioso, tanto en niños como en adultos. En el caso que nos compete, tener preparada la mochila, merienda, salir a la misma hora y llegar un poquito antes contribuirá a que nuestros hijos se adapten mejor a la nueva situación, pues la integrarán en su día a día. 
  • Centrarnos en el presente. Puede parecer absurdo, pero en ocasiones algunas palabras o frases desatan temores innecesarios. Así, en la medida de lo posible, quedémonos en el aquí y el ahora, sin mencionar la escuela infantil. En lugar de eso, podemos reproducir las acciones que vamos llevando a cabo, como preparar la mochila, guardar la merienda, meternos en el coche o subirnos al autobús, decir lo que vemos por el camino…
  • Los juguetes de transición son vuestros aliados. A veces, un peluche, mantita o muñeco puede haber generado un vínculo especial con el peque que le ayuda a sentirse seguro, por lo que podemos dejar que se lo lleve al cole hasta que se sientan con la suficiente confianza como para no depender de él.
  • Ni recompensas ni enfados. Debemos hacer que comprendan que esta etapa es algo que tienen que hacer por ellos mismos, dado que les resultará beneficiosa para su crecimiento. Y por si fuera poco, si los acostumbramos a no premiarlos ni enfadarnos con ellos cuando se les presente una dificultad, de mayores no requerirán la aprobación externa ni tendrán miedo a equivocarse por recibir una reprimenda, sino que entenderán que para levantarse primero hay que caerse.
  • Despedirnos con amor, pero sin perder la compostura. Dar un beso, abrazo y decirles que les queremos, sí. Prolongar una despedida dramática y asomarnos por la ventana, no. En el primer caso, les transmitimos amor. En el segundo, no entienden qué les estamos transmitiendo, por lo que alargaremos innecesariamente su agonía.
  • Reconocer su esfuerzo. Tal vez nosotros, sus papás y mamás, no recordemos cómo fueron nuestros primeros días de cole. Sin embargo, es importante que entendamos el esfuerzo que para nuestros hijos e hijas supone adaptarse a este cambio y valoremos que cada vez les cueste menos. Y, como hemos dicho en el primer punto, mantener una comunicación fluida con las profesoras para estar al tanto de cómo evolucionan.

¡Feliz vuelta al cole! Si tenéis alguna pregunta, no dudéis en contactar con nosotras a través del formulario de nuestra página web, vía llamada telefónica, o presencialmente en nuestro centro de educación infantil Mi Cole en Ruzafa, Valencia.

¿Qué hacer si nuestros hijos lloran al dejarlos en la escuela infantil?
Scroll hacia arriba